La feria de la alegría

La tarde del miércoles había ennegrecido su cielo, pero la esperada y abundante lluvia fue, apenas, un riego estéril; la sequía se había instalado a lo ancho y largo de nuestro país y los estragos que estas condiciones climáticas están causando, aún no podían mensurarse debidamente.
En la redacción de LA SEMANA, cuando entregué mi trabajo, el jueves por la tarde, intercambiamos algunas informaciones con Gustavo, quien me comentó que el gobierno municipal estaba trabajando en pautas de zonificación de nuestro partido. Según me adelantó, las autoridades comunales habían contratado, a través de un convenio con la Nación, a un grupo de especialistas, quienes estarían analizando las características del partido de Exaltación de la Cruz, a partir de las pautas que el estado comunal estableció como directivas ya evaluadas, para que, finalmente, éste grupo de profesionales, técnicos en la materia, concluyan con el informe y se puedan poner en práctica, de aceptarse las condiciones y conveniencias de tal trabajo, los cambios y modificaciones para el desarrollo armónico de nuestro partido.
“Se evalúan las características de nuestro territorio y dentro de él, su urbanización y la relación de ésta con los espacios dedicados a la explotación agropecuaria, para los próximos veinte años” explicó Gustavo.
Por mi parte le comenté que tenía una fuente inobjetable que me había comentado algunos puntos sobre esta cuestión, a partir de la evaluación realizada sobre el crecimiento poblacional “…alrededor de entre setenta y setenta y cinco mil habitantes…”, para ese período, según la estimación del área correspondiente de la municipalidad.
De acuerdo a mí fuente, la superficie destinada a loteos, ya existentes, es suficiente para albergar esa cantidad de habitantes, si la evaluación, supuesta, se concreta. Por otra parte la fuente consultada me comentó que algunas ordenanzas, para establecer la instalación de un nuevo loteo o un establecimiento productivo, tenían una dirección única y lo ejemplifico así: “Un criadero de pollos no puede instalarse a menos mil metros de un barrio, pero si se puede lotear a una distancia menor a ese criadero”, con lo cual, al tiempo que ese loteo comience a urbanizarse y habitarse, se producirá, inevitablemente, una situación conflictiva. En el trayecto desde la redacción de nuestro semanario y el “Café de los Jueves” pensé que teníamos la ventaja de conocer el crecimiento vertiginoso, desproporcionado y conflictivo de Pilar, como para evitar caer en situaciones que lamentaremos luego. Pensé que nuestro partido debería mantener las áreas de tierras productivas y agregarles, bajo estricto control ambiental, los emprendimientos industriales para agregarle el valor a la materia prima que reclama la Presidenta de la Nación y aumenta el empleo que genera desarrollo y evitar la proliferación de countries que restan superficie cultivable y solo se transforman en negocio inmobiliario.
Traspuse la puerta del bar y encaré por el pasillo hasta “nuestra mesa” donde mis gratos amigos ya estaban instalados, “haciendo de las suyas”. No pongas cara de nada, dijo Daniel, al tiempo que espolvoreaba la maicena de su alfajor, y agregó, porque te caben las “…generales de la ley…”.
Que nos son otras, aportaron Félix y Omar a duo, que el espectáculo comienza cuan se llega. Mientras esperaba mi cortado liviano que Freddy preparaba, mantuve la cara de póquer, que había descripto Daniel y tarareé la letra de Serrat que dice “…mis amigos son unos atorrantes, que orinan en mitad de la vereda…”.
José comentó un informe que había visto en Crónica TV, la noche del miércoles, donde la madre de los hermanos Schenkler, cuya profesión es abogada, detenidos con prisión preventiva por el homicidio de Gustavo Acro, se despacho con un arsenal de documentos y escuchas telefónicas, donde involucra al presidente de River, abogados y funcionarios policiales y judiciales agregando de su propio argot: Citar a Discepolo y “Cambalache” a estas alturas ya resulta “demodée”, de modo tal que yo denominaría la relación de la justicia y la sociedad como “La feria de la alegría”.